By Tani Thor
Parece que me ha dado por cantar nuestras virtudes y excelencias y no es mi intención magnificarlas. Tan sólo constatarlas cuando hay tanto y bueno que celebrar. Que el llorar ya tiene sus momentos. Estos son los del canto y la loa y la simple admiración por lo que que tenemos y por donde caminamos, Que no nos hace falta nada más y bien que nos vale para dar saltos por el aire y remontarnos hasta los cielos.