miércoles, 18 de febrero de 2015

SIETE SANDS, SIEMPRE.



Un día, y de esto hace años, andaba yo por ahí y vino Siete y me dijo: Ven. Fui y desde entonces no nos hemos separado. Somos como las estrellas que parpadean y se guiñan. Momentáneamente desaparecemos de la vista  pero siempre reaparecemos como estamos: juntas. Pueden pasar los días, los meses y los años. Es la impotencia del calendario para acabar con lo nuestro. ¿Y qué es lo nuestro? Ese sentimiento agazapado en nuestros corazones, mutuo y compartido, que permanece ahí desde aquel  día en el que nació y que nos hace lo que somos, parte de nosotras mismas.

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