Vamos a la
playa
a ver las
olas
y comprobar
que siguen acariciando a la arena.
Es lo que
espero yo cuando nos encontramos.
Que me beses
y me acaricies.
Es la señal
inequívoca de que has regresado.
Y si te
tomas tiempo,
como si el
reloj se parara,
es la mejor
señal de que te estás quedando.
Por eso al
llegar a la playa
y ver a las
olas sobre la arena
Se que el
mundo está bien
porque no se
ha acabado el amor.
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