Porque quiso y sin dar opción a decirle adiós. Desde su presencia camaleónica yo me quedo con su imagen agigantada y no le diré adiós, sino que le dejo la puerta abierta al regreso. Sabiendo que es soberana y que la única corona aceptable es la de la voluntad. Mientras, su ausencia permanecerá entre nosotras
Adios Phraus, veniste como un relámpago y con muchas cualides y ahora te fuiste como si se te rompiese el fusible. ¿volveremos a verte un dia?
ResponderEliminarTe recuerdo con cariño
Angy