No se acabó el mundo tal como decían los mayas. Continúa, claro que continúa, que tiene cuerda para rato. Simplemente era una fiesta y salimos de este mundo y volvimos a el mientras sonaba el Himno a la Alegría. ¿Qué nos querían decir? ¿Que nuestro mundo es el mejor posible? Por eso gritaron !Viva la vida! !Hakuna matata!
Para demostrarnos que en nuestro querido mundo nada es perfecto, aunque si maravilloso luego no pudo tener lugar la representación prevista de El rey León por "dificultades técnicas" que son siempre las culpables. Pero la fiesta continuó para evidenciar que somos inasequibles al desaliento, con permiso de los mayas.
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