MIRANDO HACIA ATRAS
Las fiestas, eventos y espectáculos suelen tener su epicentro y sus ramificaciones como brazos que les llevan a prolongarse. Pero lo más llamativo son las explosiones nucleares que se producen en el interior de los mismos. Se da en el tambor y la obsesión por repercutirlo en la Tamborrada o en el fuego que abrasa y truena en las Fallas. Hay otras explosiones que eclosionan regenerándose como dicen que ocurrió en la del Bing Bang. Lo siento, yo no estaba allí, pero debió ser algo parecido a lo que afirmo: Del burlesque a los espectáculos musicales. De la “Encrucijada…” a la comedia y el nuevo teatro clásico. De La Corrala al Gran Teatro Rojo. Todo como siguiendo una linera de continuidad, tan propia de la explosiones nucleares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario