No es lo mismo mirar que ver. Como no es lo mismo ver que mirar de lejos. Kar Gabilondo tiene mirada profunda cuando mira así. O lo que ve es lo profundo aunque nade de superficie y no le cabe otra forma de mirar. Mirar para ver. Mirar y a la vez sentir y dolerse lo necesario y un poco más. Mas veces reir porque hay motivos o mucho más sonreir porque lo obliga la inteligencia. Y eso es la vida. Rodeado de los demás. Compartiendo grandezas y miserias y ayudando en lo que se puede. A veces mucho y menos cuando más se quiere porque eso es la limitación humana, no poder dar lo que se desea cuando más se quiere. Dar siempre lo que se tiene es la generosidad a veces sobrehumana, porque es lo que nos eleva sobre nosotros mismos.
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