Apareces y desapareces, te ocultas y cambias de lugar, de apariencia, de forma... como la luna, porque, Alessandra Zurivost , eres muchas lunas, aparentemente distintas, pero siempre eres luna. En mis días y en mis noches. Juegas a desconcertarme, a perderte y a cambiar pero siempre reapareces siendo la misma, la luna, mi luna. Cuando permaneces inmóvil o cuando te mueves. Cuando hablas o te callas. Con la seguridad de que siempre eres tu, mi Aless.
Y tú eres mi sol, el que me ilumina, mi Nama.
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