sábado, 19 de diciembre de 2015

LOS MALENTENDIDOS


Pueden ser como agujas clavadas en la piel, como dagas en los músculos o como puñales en las vísceras. Y no digamos de los que alcanzan el corazón... Todo eso como efecto, no como realidad, pero así son  las cosas. Por eso mucho mejor evitarlos. Lo malo es cuando no se da pie para ello y no hay ninguna intención sino que esta la supone la afectada. Entonces es como los celos. Involuntarios y dañinos, que pueden llegar a satánicos. El mal no está en quien lo produce sino en quien lo padece y para colmo pueden llegar a las dos partes. ¿Digo esto a propósito de algo? Claro.    Post 1391

No hay comentarios:

Publicar un comentario