Llueva o haga calor, nieve, hiele o azote un temporal. Te agobie la canícula o vivas un verano inaguantable. No importa el tiempo que haga, ni las circunstancias. El caso es que cada día tenga su espacio y su oportunidad porque lo que manda es el reloj de los días y ellos son los que se imponen con un efecto tan mecánico y automático como el respirar. Ese es el caso y con lo que cumplo y así cada día tiene como inevitable su post que intenta marcar el pulso de Diotima R&D, sin que se puedan escapar mis estados de animo y mis emociones, que, en realidad son las del relojero...
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