Estando en la Plaza de Diotima me fijé en que las hojas de los árboles caían con la rapidez que caen las hojas del taco del calendario y como ellas los días. Me puse nostálgica pensando en las cosas que ves caer si te sientas un rato a la vera del camino y observas pasar la vida. De inmediato me sentí feliz: las hojas caían por la nueva estación, que nos traerá la siguiente, la Navidad y la nieve. Los Carnavales y enseguida llega el refluir de la vida renovada en la primavera. Las hojas que caían eran como el tictac del reloj de Diotima, la danza del tiempo trayéndonos los regalos de esa vida que amamos y aquí compartimos
Que bonito texto, insuperable !!
ResponderEliminarDesde la caída del año nos da una nueva esperanza.
con cariño Angy