domingo, 30 de noviembre de 2014

ALESSANDRA ZURIVOST



Me gusta llamarla por su apellido, Zurivost,  sonoro y definitivo como ella. Aparece puntual como lucero anunciador dispuesta a participar y  sonreir con buenas maneras y elegancia. No deja de sorprenderse por mis vaivenes vitales pero sabe que,  como las olas,  no ceso y siempre regreso. Ellas y yo, como ella, sabemos que somos caricia constante y continua del deber amoroso que nos profesamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario