Tal como había anticipado sucedió. Las Calíopes llegaron al Royal Opera House, vieron y triunfaron. No podía ser menos con la historia de amor de una gitana temperamental entre un torero y un militar y sobretodo con la música vibrante de George Bizet. Mucha Carmen para tan gran teatro inundado por el fuego de pasiones desatadas. El de la historia de la cigarrera y el de la compañía con las Calíopes verdaderamente irresistibles.
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