Así resultó el magnifico concierto que las caliópes ofrecieron con la famosa banda inglesa de rock progresivo y su homenaje a The Wall, el disco que superó los treinta tres millones de copias vendidas en el mundo. Su puesta en escena supuso un derroche de imaginación en la creación del escenario y en los efectos que se encadenaron durante todo el tiempo acompañando a la música y su visión morbosa y depresiva de la historia que narra de traumas autobiográficos del antihéroe de Roger Waters. Muy buena música y genial recreación escénica en una velada inolvidable.
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