No es lo mismo escribir una carta para un destinatario o una historia o cuento para lectores amigos y del entorno que una historia para lectores desconocidos. Los escritos de un escritor no tienen un destinatario identificable. Es lo que diferencia estos escritos de los llamados domésticos y personales. Sin embargo el gran público anónimo y nominalmente desconocido del escritor, al aglutinarse en torno a una obra, se corporizan para el autor y ese gran sujeto plural y heterogéneo se convierte en su destinatario natural. Digo esto consciente de que algo tengo que decir ante el apremio de cada día, aunque a veces dude si lo digo para ellos o para mi misma. Post 1353
Todo lo que dices es para todos, y lo recibimos emocionadas, por que es como un regalo cotidiano, que no por cotidiano es menos valioso, por que el valor de tus palabras y pensamientos, no esta en su escasez, sino en si fundamento y acierto
ResponderEliminarDiana