Una boda es la ocasión de ver a dos amigas como muestran públicamente su deseo de encontrar juntas la felicidad y compartirla. Eso es lo que hicieron Agata Falmer y Miss Liluja cuando la pasada noche, bellas y radiantes, nos reunieron para declarar ante nosotras que se entregaban su alma, su corazón y toda su felicidad y amor. La que nosotras les deseamos que las envuelva y acaricie compartiendo tan preciados dones.
Contemplad la foto con toda la admiración que cabe. La belleza de las dos compartida y matizada por las peculiaridades que las señalan. ¿No merecen ser felices cuando su imagen es la de la felicidad?
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