miércoles, 1 de mayo de 2013

EN LA ATALAYA


No sólo el presente sino también el futuro para verlos hay que mirar y a veces por mucho mirar no se les ve y entonces no queda mas remedio que confiar que siguen ahí para sentirlos y verse gratificada. Por eso lo mejor es no encontrarse sola. A la atalaya de vigía se sube mejor acompañada y  no por la elemental evidencia de que cuatro ojos ven mejor que dos sino que entre dos es donde se desarrolla la una en plenitud.y es así como se engendra y se procrea en todos los órdenes y así lo definió mi venerado Sócrates, quien situó la procreación humana en su exacto lugar para afirmar que toda nuestra vida era eso: generación y procreación a imagen de Dios. 

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