domingo, 23 de septiembre de 2012
CULO INQUIETO
No quiero hacer poesía, no soy filósofa y no llego a escritora... ¿Que soy pues? Un culo inquieto, tan sólo, esa es la verdad, que como una abeja voy libando de flor en flor. No es malo ese oficio, el de extraer la miel de las flores e ir volando de una a otra. Me gusta más reconocerme eso, lo de culo inquieto, porque es una forma más vital y esencial de ser. Ser escritora no es un fin, sino una consecuencia de lo otro.
He llegado a esta encrucijada de mi vida para llegar a reconocerme lo que realmente soy. Ahora me explico porque me gustaba tanto la Abeja Maya cuando la conocí no siendo tan niña. Era yo en potencia. Sólo me falta por descubrir si en mi diminutivo de Nama está camuflado el de Maya. Puedo ser así de traidora y prepotente.
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