El mundo que nos rodea es uno y el que rodea al que nos rodea es otro. Así puede considerarse SL respecto a RL, pero dentro de cada uno de esos mundos hay otros mundos porque esta el mundo general y el de las proximidades y la ausencia de ambos resulta imposible. Como ocurre con los líquidos el vacío no se produce. El espacio de una ausencia rápidamente es rellenado y no existen los huecos. Por eso sólo contamos las presencias, que son vivencias, sin distancias y con evocaciones.
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