lunes, 14 de julio de 2014

PARA FABULAR


No, no son fábulas, sino el esbozo de observación, como hacia Esopo, para las fábulas. La fábula de las abejas dividiéndose  para multiplicar sus comunidades. La de las golondrinas que no se van  y la  de las leonas que son las reinas del león. Y la del gallo con sus gallinas o las hormigas... En vez de escribirlas te propongo a ti que lo hagas, sí. Pronto lo verás. Estas u otras porque el oficio de fabular, tan distinto del de confabular,  no tiene límites  ni espaciales ni temporales y, como pensaba Esopo, la observación de los animales nos lleva a entender a los humanos.



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