¿Conoces esa clase de amor que le llaman amistad? Yo te puedo hablar de una que nació sin buscarla y que prendió como solo prende el fuego libre, con llamarada. Ocurrió sin embargo que llegó una fuerte tormenta, descargó un aguacero y pareció que se apagaran las llamas. Pero como era de la verdadera, de la que dura toda la vida, cuando la tormenta amainó las llamas renacieron. No se habían apagado, tan solo ocultado por las aguas torrenciales. Las dos seguimos ardiendo en una mima llama. Así es nuestra amistad. Esa clase de amor que arde, no quema y es eterno.
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