Debería darme rubor, y yo se como me viene, hablar de la publicación de Namaderías en libro. Esto es en cantidad y no en su dosis de seis semanales. Pero sobre el rubor se impone mi deber de comentar lo pertinente en este diario. Si el libro se publica es por la aceptación que registran entre mis seguidoras y seguidores los post de las namaderías, que se sitúan entre los primeros de los más vistos. Esta es la razón de su publicación y ahora de mi obligado comentario. Algo que comencé sin saber muy bien porqué como Pensamientos Mínimos y que ya supera la treintena de entregas. Como todo es libre, desde su creación a su consumo, sólo puedo decir que habrá más. Lo siento, pero son mis cosas.
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