lunes, 27 de agosto de 2012
EL SER DE ANGY
Aunque se cubra con un antifaz Angyangela Ronas no pierde un ápice de su belleza en su rostro. Pero no estoy hablando de esa clase de belleza. Estoy hablando de la otra, de la que se siente en el espíritu y que se percibe al contemplarla serena y tranquila, dadora de paz, justa y equilibrada, bien pensante y mejor dicha, además de generosa, espontánea, de buenos sentimientos... y dulce. Para adorarla. Por eso fue noche de especial alegría la de su cumple, con sabor a fiesta de todas y todos.
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