No voy a hablar del culo como
elemento de atracción y exaltación sexual con todos los contenidos y alcances que
se le atribuyen. Eso es para mentes privilegiadas. Me limito a algo más
prosaico y sencillo que sugiere la fotografía como si un culo fuera un mundo
humano y carnal hendido por un profundo ecuador, toma Cañón del Colorado, en el esbozo de la partenogénesis, que lo convierte en realidad en dos mundos.
En el planeta Tierra en toda su magnificencia se reducen sus continentes a
machas grisáceas sobre su redonda forma azul. Podríamos aludir a lo mucho que
contienen esos continentes expresados en
sombras, pero prefiero quedarme en lo que es la sugerencia de un culo,
que no es un mundo sino dos.
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